Invertir en ladrillo desde 50 a 10.000 euros
Durante las últimas semanas habrás observado en algunos espacios publicitarios, sobre todo en redes sociales, cómo se anima a unirse a promociones inmobiliarias con inversiones mínimas, «a partir de 50 euros». La economía colaborativa, el micromezenazgo ha llegado a la construcción. Primero fueron los proyectos tecnológicos, después los financieros y ahora le toca el turno al ladrillo. Algunas de estas empresas llevan años trabajando en el mercado, sobre todo en el anglosajón. Ahora llegan a España con la promesa de altas rentabilidades y poco riesgo. El capital invertido no hace arruinarse a nadie ya que oscila entre los 50 y los 10.000 euros como máximo.
Las empresas que están detrás de éstas iniciativas operan en la actualidad bajo el paraguas de corporaciones internacionales ya que en España, a pesar de que están reguladas legalmente, aun carecen de los permisos para operar como tales. Unas son plataformas para operar en internet, otras se definen como promotoras inmobiliarias, pero todas tienen como objetivo adquirir, alquilar o rehabilitar inmuebles en los que los particulares pueden invertir desde 50 hasta 10.000 euros.
El sistema es aparentemente sencillo y muy rentable. Estas empresas ofrecen promesas de rentabilidades que van del 3,28% al 18%. El modelo de negocio establece que los beneficios del inversor procedan de dos vías. Por un lado, del alquiler del inmueble, que se reparte mes a mes. Y, por otro, una vez alcanzada la revalorización objetivo fijada por la compañía, el inmueble se pone a la venta. El inversor podrá recuperar su dinero antes del vencimiento vendiendo sus participaciones a otros sujetos de ésta nueva economía colaborativa nacida como reflejo de la crisis económica.